10 cosas que los mesoneros odian de los clientes

8.7.11

Que les miren el culo y/o el bulto, como si fueran estrellas porno.
Ser testigos de conversaciones incómodas, como la mujer que le montó cachos al esposo.
Que no los saluden y decidan llamarlos como si fueran perros.
Que jueguen con la mesa y la vuelvan un desastre.
Que le recomienden un plato al cliente y este no le pare bolas, pana ellos no están pintados.
Que los clientes hagan peticiones fuera de lo común, tipo “en un vaso me das agua y en otro hielo”.
Que los clientes dejen que sus hijos hagan cualquier cosa, porque creen que los mesoneros son niñeros.
Que no dejen propina, te soportan todas tus vainas y tu con tu cara de tabla.
Que pidan descuento por ser amigos del dueño, no seas pelabolas.
Que los clientes lleguen justo cuando se está cerrando el local.

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