Consejos para mejorar tus tweets.

10.10.11

Actualmente, no todos dominan bien ese proceso que supone convertir lo que pensamos en escritura, puesto que requiere de cierta destreza, buen dominio de la gramática, sintaxis, semantica y ortografía. Cada día, de manera voraz vemos como se pisotea más el castellano y la gente escribe como habla. Algunos trucos son fáciles de poner en práctica, sencillos y no requieren ser un literato para implementarlos.

¿Cuáles son esos trucos? Ahí van algunos. Primero, quita las palabras que tengan cuatro sílabas o más. Así dirás más cosas en menos tiempo. La prueba es que, hasta esta línea, no he usado ninguna palabra de cuatro sílabas. ¿Cómo se hace eso? Es una cuestión óptica, no métrica. Cuando veo pequeñas salchichas de letras, me detengo por instinto y busco otras más cortas.

Segundo, evita los adverbios que acaban en mente. Por ejemplo, antes, podía haber escrito «me detengo instintivamente», pero preferí decir «por instinto». Son dos palabras en lugar de una, pero se leen mejor porque tienen menos letras: 11 contra 15. García Márquez sufre horror adverbialis; nunca usa adverbios que terminan en mente. Dice que alargan mucho las palabras: consecutivamente, paralelamente, consecuentemente, lógicamente, temporalmente… ¡Vaya salchichas! Lástima que sea el léxico usual de los informes de empresa; pero en la mayor parte de los casos no perdemos nada con quitarlos.

Tercero, suprime la mayor parte de los conectores. Los hay de muchas clases y algunos son necesarios, pero otros no. Por ejemplo (y acabo de poner un conector): por tanto, por consiguiente, de ahí que, en consecuencia, así pues, por consiguiente, por lo tanto, por eso, por lo que sigue, por esta razón, entonces, entonces resulta que, de manera que, lógicamente, del mismo modo…

Cuarto, cuando acabes tu gran texto, toma un bolígrafo rojo y suprime los dos primeros párrafos. Ahora vuelve a leerlo y verás que el planeta no se ha perdido nada relevante porque, en realidad, estabas calentando los motores y pusiste un montón de ideas repetidas o sin fuerza.

Quinto, no uses dos adjetivos. No tienen que ir de dos en dos. «Los resultados fueron abrumadores y exorbitantes». Basta con «abrumadores».

Sexto, no escribas oraciones largas. Resume. «La tarea y los desafíos que están empedrando y dificultando de forma crucial nuestro devenir como potencia mediana están más allá de cualquier decisión resolutiva, incluso, de las decisiones de las llamadas superpotencias, lo cual nos empuja de forma inexorable a la búsqueda de zonas de coexistencia para sumar los esfuerzos, los acuerdos, y poner en marcha medidas de gran calado». En realidad eso quiere decir: «Ni las grandes potencias pueden resolver las dificultades del día a día, y por eso tienen que cooperar».

Séptimo, sustituye los sustantivos por verbos. No digas «el Gobierno está a la espera de una solución», sino «el Gobierno espera solucionar». Los verbos son más poderosos que los sustantivos.

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