Crónica: Primer día en la universidad y no morir en el intento.

5.10.11

Finalmente las vacaciones después de 5to año terminaron, pasas de ser el orgullo de tu familia y bachiller de la república ser el nuevón de primer semestre en tu recién estrenada universidad. Probablemente estés tan lleno de nervios que te hayas levantado antes de que el despertador sonara, tenías lista la ropa que te ibas a poner desde la noche anterior y, desde luego, te arreglaste como si fueses a la mejor cita de tu vida.

El primer problema al que nos enfrentamos cuando llegamos a una universidad, es que no sabemos donde queda absolutamente nada, así que debemos tratar de disimular nuestra cara de perdidos y hacer como que sabemos hacia donde nos dirigimos, para que no piensen que somos los de primer semestre. El segundo, pero no menos terrible, es la sensación de que todos están haciendo amigos y tú no le hablas ni al que tienes al lado. De repente sientes que todos te odian, o te das cuenta de que tus habilidades sociales de han ido a la basura.

Habitualmente, los salones de semestre son casi una hora de muchachos, en la que pareciera que la universidad aceptó a toda la población de 17-18 años en el mismo salón en donde tú entraste. Descuida, procura buscar puestos lo más cercanos al profesor como te sea posible, si te empiezas a sentar en los últimos es casi seguro que tu concentración se irá más rápido que Big Mac en manos de Adele. Asimismo, el salón se va reduciendo en número de muchachos a medida que estos se dan cuenta que esta carrera no eran tan chévere como parecía, o a pesar de seguir empeñados en estudiar, las materias los filtran y se ven obligados a repetir semestre.

Una de las primeras cosas que te vas a dar cuenta (cosa que me encanta escribir para que todos estén un poco más avisados aquí), es que los profesores no son los casi-papás que tenían en sus colegios. Ni tendrán la cantidad de examensitos, talleres, tareas para la casa, y demáses que anteriormente les aseguraban buenas notas en sus materias. De ahora en adelante lo más seguro es que tengan sus tres parciales en los que, si no te aseguras de haber leído bastante, el profesor no tendrá ningún remordimiento de plasmar su portentoso 01. Los profesores probablemente no se aprenderán tu nombre, ni te llamarán la atención cuando vean que te está quedando su materia, simplemente serás un estudiante más al que el siente el deber de enseñarte algo de forma en que se hace en la universidad.

Por último, olvídate de las leyes super convenientes tipo ‘El profesor nos tiene que repetir el examen si raspamos más del 30% del salón’. Lamento informarte que a los profesores universitarios les fastidia corregir, así que si raspan todos, les recomiendo que estudien y revienten el parcial que viene para recuperar las notas. No creas que tú papá podrá ir a reclamarle al coordinador si sientes que el profesor la tiene agarrada contigo, cualquier reclamo lo tendrás que hacer tú mismo, si es que hay alguien dispuesto a escuchar tu queja típica de franela beige.

Sonríe, la universidad está feliz de que estés en ella, tarde o temprano alguien se acercará a hablarte, aunque sea porque les pareciste inteligente y sienten que deben codearse contigo. Es la época de lucir todo tu guardarropas, ya dejaste el uniforme poco favorecedor atrás. Es la época de ir a clases sin haber pegado el ojo en toda la noche. Es la época en donde realmente vas a saber lo que es aprender en manos de profesores que se apasionan por lo suyo. Lo bueno es que al final de esto vas a ser un profesional de la república. ¡Bienvenidos!

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