Hay mucha gente que habla del amor como si estuviese discutiendo el sabor de un dulce. Demasiado a la ligera.

Todos sabemos que el amor, y el odio, son sentimientos que mueven masa, causan guerras, acarrean muertes, traen nuevas vidas… Son capaces de todo. Lo que se distingue hoy en día, es que la gente tiene un… mal concepto de Amor. Algunos dicen que el amor que raya en romanticismo más bien es una obsesión. Déjenme decirles algo, en su primera etapa, el amor es obsesivo. Hay otros que dicen que prestar atención a tantos detalles es más bien cursi. ¿Quieren saber otra cosa? El amor es CURSISIMO. Pero por encima de todas esas preconcepciones sobre el amor que tiene la sociedad de hoy en día, está lo que se siente. Cuando se ama, se sienten capaces de hacer milagros. Cuando se ama, sacrifican cosas que de otra forma no hubiesen sacrificado. Cuando se ama… se da todo por quién se ama.

¿Qué sabes tú de amor, si jamás has mirado en los ojos de alguien y sentido que puedes hacer eso mismo por toda la eternidad? ¿Qué sabes tú de amor, si no te fijas en los pequeños detalles de su cuerpo, que lo hacen distinto entre tantos otros, y  aun más hermoso para ti? ¿Qué sabes tú de amor, si no te has imaginado situaciones catastróficas en las que arriesgas tu vida por el ser amado? ¿Qué sabes tú de amor, si no estás dispuesto a acompañarlo en todo momento, aunque eso implique tener que cambiarle sus pañales para adulto en 50 años?

¿Qué sabes tú de amor, si sabes si quieres pasar el resto de tu vida a su lado. Si no estás seguro de que lo que te hace feliz es verlo despertar todas las mañanas a tu lado, y saber que es tuyo?

Muy poca gente hoy día sabe qué es amor, capaz ni yo mismo lo sepa. Pero les digo otra cosa, si se que del amor, se crea una dependencia de la cual no es difícil zafarse. Sobre esto les dejo un extracto de un monólogo de una serie, que creo que le hace más justicia a mis pensamientos sobre el tema: